La investigación científica, incluidos los estudios del Instituto Dr. Rath, muestra claramente que muchas enfermedades crónicas están relacionadas con la descomposición del tejido conectivo (colágeno). Entre ellas se encuentran el cáncer, muchas enfermedades degenerativas (osteoporosis, aterosclerosis) y las enfermedades infecciosas. La destrucción del tejido conectivo lleva a cambios en la estructura de las proteínas del cuerpo, por lo que un suministro óptimo de estos micronutrientes resulta clave para el mantenimiento de la salud y la función normal del colágeno. Veamos ejemplos concretos.
La piel viene fácilmente a la mente al hablar de colágeno. No solo es nuestro mayor órgano, sino también un reflejo de nuestro estado de salud y la principal barrera que nos protege de agentes patógenos y contaminantes. La piel desempeña un papel fundamental en la regulación de la temperatura corporal y en la eliminación de muchos productos metabólicos y su aspecto se vincula a veces a la sobreexposición a la luz solar o a la contaminación del entorno en el que vivimos. Por el aspecto de nuestra piel podemos juzgar el exceso de estrés o la falta de sueño. Además, por ella también se sabe si estamos deshidratados, si consumimos demasiada cafeína, azúcar, alcohol o si fumamos cigarrillos.
El estado de nuestra piel también puede apuntar hacia otros problemas del funcionamiento de los sistemas digestivo, cardiovascular, nervioso, así como a desequilibrios hormonales o afecciones inflamatorias. Su firmeza y su elasticidad dependen de sus principales componentes: el colágeno y la elastina. Por lo tanto, la disminución de la producción y el aumento de la destrucción del colágeno y de la elastina aceleran los signos del envejecimiento. Y entre otras cosas, la lisina es responsable de la función y la estabilidad del colágeno y la elastina.
Como el colágeno da estabilidad a todo el cuerpo, una deficiencia puede afectar a muchos de sus sistemas, incluido el circulatorio. La enfermedad arterial coronaria es una afección en la que se forman placas ateroscleróticas en el interior de las arterias coronarias. Esto puede provocar un ataque al corazón. Si estos depósitos se desarrollan en el interior de las arterias del cerebro (o sistema cerebrovascular), pueden acabar provocando accidentes cerebrovasculares.
Los investigadores del Instituto Dr. Rath han descubierto que la aterosclerosis es el resultado de un determinado proceso de regulación. Este proceso compensa un sistema de vasos sanguíneos gravemente comprometido por las carencias de micronutrientes, en particular de vitamina C y del aminoácido lisina, componentes esenciales para la síntesis del colágeno. En consecuencia, las deficiencias afectan negativamente a la producción y a la función del colágeno, lo que conduce a un debilitamiento de las paredes arteriales y al desarrollo de una condición patológica.
La arginina y la lisina utilizan los mismos canales de transporte, por lo que debe prestarse atención a la proporción adecuada de ambos aminoácidos: la lisina en sinergia con la arginina debe desempeñar un papel integrador. Esta acción de ambos aminoácidos entra en juego, entre otros, en la infección por herpes, ya que la arginina se utiliza en los procesos de replicación del virus. La toma de lisina puede obstaculizar el papel de la arginina en la replicación viral y, por tanto, acortar la duración de la enfermedad. Al mismo tiempo, también reduce la incidencia de la enfermedad.
Un crecimiento celular sano es extremadamente importante para el desarrollo y el mantenimiento de un organismo sano. Miles de millones de células (las unidades funcionales más pequeñas del cuerpo) participan constantemente en procesos de regeneración, mediante los cuales las células viejas y dañadas son eliminadas y sustituidas por otras nuevas. El crecimiento celular, o la proliferación celular, está estrechamente regulado en los tejidos sanos para mantener un equilibrio entre la síntesis y la pérdida de células. Estos procesos son un requisito esencial para cualquier periodo de la vida y para la prevención del envejecimiento prematuro y de la enfermedad.
Una de las principales áreas de investigación del Instituto Dr. Rath es el cáncer. También en este ámbito, los científicos han llegado a resultados muy interesantes. Las células en crecimiento solo pueden crecer en el tejido destruyendo la barrera de tejido conectivo que las rodea y esto se hace con la ayuda de enzimas específicas. Las enzimas más importantes que digieren el colágeno son las metaloproteinasas de la matriz o MMP. Su secreción se controla cuidadosamente para no dañar posteriormente el estado y la estabilidad del tejido conjuntivo. El proceso de destrucción del tejido conjuntivo también es utilizado por los patógenos, o células cancerosas, para invadir los tejidos y extenderse por el cuerpo. Por lo tanto, para detener la metástasis del cáncer, es necesario inhibir la actividad de las MMP. Además, "la lisina tiene una importante función protectora del colágeno. Por ejemplo, es capaz de bloquear las llamadas colagenasas, es decir, las enzimas que destruyen el colágeno", según explica la Dra. Aleksandra Niedzwiecki.
Estos son solo algunos ejemplos de la importancia de este aminoácido para el mantenimiento de la salud. Juzgue usted mismo, ¿es necesaria la suplementación o no? La falta de información sobre las consecuencias de las carencias de micronutrientes conduce a mantenernos en un estado de "mala salud" y solo favorece al mercado de los medicamentos. La única manera de que los conocimientos sobre micronutrientes se pongan en práctica y se acepten como parte integrante de la medicina moderna es confirmar su eficacia mediante la ciencia y la educación generalizadas.
Encontrará muchas respuestas a preguntas sobre la salud en Internet, pero pocas de estas respuestas se basan en una comprensión real de las causas de los problemas de salud y sus soluciones. Por ello, pensamos que es importante que conozca los fundamentos de la Medicina Celular del Dr. Rath y los métodos de salud naturales desarrollados científicamente y con eficacia probada.