La CoQ10 actúa como un cofactor importante en el ciclo energético mitocondrial para generar moléculas de bioenergía (ATP) a través de la respiración aeróbica en cada célula. Está presente en alimentos como el pescado azul, la trucha, el salmón y la caballa, las vísceras, los cacahuetes, las semillas de sésamo, la soja y las espinacas. Sin embargo, las fuentes alimentarias constituyen sólo el 25% del nivel de CoQ10 en plasma. Su síntesis interna requiere el grupo de vitaminas B, concretamente B5 y B6, y se necesitan grasas saludables para la correcta absorción de la CoQ10. La deficiencia de vitaminas del grupo B, comúnmente observada en personas mayores de 50 años, es una de las causas del deterioro de la producción de CoQ10. Por lo tanto, la suplementación con un complejo B, así como con la propia CoQ10, se convierte en una necesidad a medida que las personas envejecen. Aunque no existe una cantidad diaria recomendada (CDR) específica para la CoQ10, existen suplementos que oscilan entre 90 y 200 mg, y determinadas condiciones de salud pueden requerir dosis más elevadas, de hasta 300-600 mg.
Además de la producción de energía mitocondrial, la CoQ10 es un potente antioxidante y contribuye a la salud del corazón de múltiples maneras. El suministro óptimo de CoQ10 necesario para la producción de bioenergía mitocondrial es importante en afecciones como la insuficiencia cardiaca, la arritmia y la hipertensión arterial. Los estudios también han descubierto efectos beneficiosos de la CoQ10 en la reducción del colesterol "malo" (LDL) y el aumento de los niveles de colesterol "bueno" (HDL). Además, los suplementos de CoQ10 se recomiendan a las personas que toman fármacos reductores del colesterol (estatinas) para compensar el deterioro de la síntesis de CoQ10 causado por estos fármacos, que aumentan el riesgo de lesiones musculares. La CoQ10 también ha demostrado ser beneficiosa para aliviar los efectos nocivos para el corazón de ciertos medicamentos contra el cáncer.
Beneficios para el sistema inmunitario: los niveles reducidos de CoQ10 se observan en pacientes con gripe, sepsis generalizada y otras infecciones víricas, incluido el SARS-CoV-2, y se asocian a una mayor tasa de mortalidad. Por otra parte, la suplementación con CoQ10 ha dado lugar a una recuperación más rápida de la fatiga, el dolor muscular y otros efectos cardiovasculares e inflamatorios peligrosos del COVID-19. Se está estudiando la CoQ10 junto con la vitamina D para evaluar si esta combinación puede iniciar una respuesta inmunitaria temprana contra el SARS-CoV-2, ya que favorece la producción de bioenergía en las mitocondrias, reduce la inflamación sistémica y previene la COVID-19 prolongada.
Beneficios antiinflamatorios: la inflamación sistémica crónica es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo del síndrome metabólico, que incluye diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia e hígado graso no alcohólico. Las afecciones autoinmunes e inflamatorias como la artritis reumatoide, la osteoartritis, la psoriasis, la esclerosis múltiple y la pancreatitis también pueden beneficiarse de la suplementación con CoQ10.
Beneficios antioxidantes: se ha demostrado que la CoQ10 reduce el daño causado por los radicales libres y la inflamación en todo el organismo. En pacientes con enfermedades hepáticas, la suplementación con CoQ10 puede reducir el riesgo de problemas cardiovasculares y también beneficiar al hígado al reducir la inflamación y el estrés oxidativo. Los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) también pueden beneficiarse de la CoQ10. Los estudios sugieren que la ingesta de CoQ10 puede reducir la frecuencia de la diálisis y mejorar en cierta medida la función renal.
Beneficios antienvejecimiento: los niveles de CoQ10 disminuyen con la edad. Debido a sus propiedades bioenergéticas y antioxidantes, los beneficios de la suplementación con CoQ10 también incluyen efectos antienvejecimiento de la piel, el cabello y las uñas y aumento de la síntesis de proteínas y queratina en la capa superior (epidermis), así como en las capas más profundas de la piel. Así, al favorecer la producción de bioenergía y otros mecanismos celulares, la CoQ10 presenta enormes beneficios de salud.