En España, unos tres millones de personas padecen osteoporosis o la fase preliminar de la osteopenia, una reducción de la densidad ósea que se produce en las mujeres después de la menopausia con un descenso de los niveles de densidad. Pero, aunque no se habla de ellos, los hombres también se ven afectados por la reducción de la densidad mineral ósea.
A este efecto, además de las terapias convencionales, la medicina alternativa ofrece métodos de tratamiento de eficacia probada. El uso de un suministro optimizado de micronutrientes, junto con un una dieta sana y equilibrada y suficiente ejercicio, y entrenamiento muscular tienen un efecto preventivo.
La osteoporosis no tiene cura, pero los afectados pueden contrarrestar activamente el desgaste y que no vaya a más. Es importante minimizar el riesgo de caídas para evitar fracturas y al mismo tiempo fomentar la movilidad y el sentido del equilibrio, con una postura firme. En este sentido, los ejercicios especiales de musculación alivian y amortiguan el peso que hay que cargar y los ejercicios de equilibrio entrenan la coordinación.
La osteoporosis es una enfermedad crónica, que puede producirse como resultado de una mala alimentación y un estilo de vida poco saludable. Los huesos no son rígidos, sino que están constituidos principalmente de tejido conjuntivo muy estable. Sus otros componentes incluyen el calcio, la médula ósea, proteínas, sal de fosfato cálcico y agua, una composición que garantiza una remodelación constante de la masa ósea en su metabolismo. Si la sustancia ósea se descompone durante un largo periodo de tiempo, hablamos de atrofia ósea. Los huesos entonces se vuelven blandos, porosos por dentro y se rompen más fácilmente. También la llamada "joroba de viuda" es un signo de osteoporosis. La pérdida de densidad ósea se acompaña de una reducción del tamaño corporal causado por fracturas vertebrales.
La osteopenia (o pérdida mínima de densidad ósea) no siempre conduce necesariamente a la osteoporosis. Una densitometría ósea, en la que se determina el valor T, proporciona información valiosa. Un valor T entre -1,1 y 2,5 corresponde a la osteopenia. Una puntuación T -2,6 o superior se denomina osteoporosis. Después, una anamnesis minuciosa, con tomografía computarizada y densitometría ósea (DXA) conducirán a un diagnóstico confirmado por el especialista.
Causas y factores de riesgo de osteoporosis
El 22,5% de las mujeres mayores de 50 años y entre el 6,8 por ciento de los hombres padecen de la osteoporosis. La deficiencia de estrógenos en mujeres durante la menopausia y la deficiencia de testosterona en hombres maduros son el gatillo que la desencadena. Uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años tiene un mayor riesgo de osteoporosis.
Otras causas son el reumatismo, la enfermedad de Crohn y otras enfermedades inflamatorias que suelen estar implicadas en la pérdida de masa ósea porque la vitamina D y el calcio no puede entonces absorberse suficientemente.
Entre los medicamentos que causan la osteoporosis se incluyen: anticoagulantes, cortisona y antiepilépticos. También las drogas psicotrópicas y la radioterapia para el cáncer pueden participar en el desarrollo de la osteoporosis o agravarla.
Por último, la dieta y el estilo de vida desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de los huesos y de la estabilidad ósea. No es aconsejable la cafeína, nicotina, cola (ingrediente fosfato que elimina el calcio) ni los aditivos de fosfato. Beber alcohol en grandes cantidades ralentiza las células formadoras de hueso (osteoblastos) y tiene un efecto desfavorable sobre el metabolismo de la vitamina D.
Una dieta variada, antiinflamatoria y con mucha fibra procedente de verduras de temporada, fruta, productos integrales, pescado, frutos secos, semillas y aceites vírgenes será de gran ayuda. La cocina mediterránea, en particular, aporta muchos antioxidantes. Inhibe la inflamación en el cuerpo y moviliza el metabolismo óseo. Los ácidos grasos omega-3 complementan perfectamente con la ingesta de sustancias vegetales secundarias. La dieta debe ser alcalina y, por tanto, baja en carne, sal y azúcar. Derivados de la patata y los cereales pueden se puede disfrutar sin remordimientos.
Los antioxidantes evitan la muerte de las células que forman los huesos y estimulan la producción de energía del organismo.
Las sustancias vitales relevantes para los huesos son:
vitamina D
calcio
hierro
magnesio
manganeso
boro
cobre
zinc
Además, la vitamina E inhibe la inflamación. La vitamina K2 moviliza el almacenamiento de calcio en los huesos. La vitamina B1 favorece el metabolismo energético. Las vitaminas B6+B12 promueven la descomposición de la homocisteína y reducen el riesgo de fracturas. Los aminoácidos como la arginina también intervienen en el metabolismo óseo. La arginina tiene un efecto positivo sobre el colágeno en su producción y mejora la densidad ósea. La arginina, junto con el aminoácido lisina optimiza la actividad de los osteoblastos. La lisina facilita la absorción del calcio e impulsa la producción de colágeno. La glicina también ayuda en esta tarea.
Para una persona sana se recomienda una ingesta diaria de al menos 1.000 U.I. de vitamina D3. como profilaxis de la osteoporosis, se recomienda una dosis de 4.000 U.I.
Un nivel suficiente de magnesio es también de gran importancia. El magnesio y el calcio mineralizan la sustancia ósea y estabilizan el esqueleto. La vitamina D favorece la absorción del calcio del tracto digestivo y su transporte al torrente sanguíneo. La vitamina K2 moviliza las proteínas propias del organismo MGP y osteocalcina, que transfieren el calcio a los huesos y favorece la densidad ósea.